Hay evidencia de que nuestros cerebros están siendo recableados por Internet, porque recibimos una pequeña dosis de dopamina cada vez que chequeamos nuestro email, Twitter o Facebook y hay alguna actualización.
Estamos desarrollando un poco de TDAH, lo que probablemente no sea muy bueno en términos de ser productivos.
Webcohólicos anónimos:
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
0 notas:
Publicar un comentario