Lo que sucede es que en tu mundo hay laberintos que permiten llegar a lugares que no existen en éste.
Permíteme transitar como una nota de texto desde mi realidad hacia tu universo.
Lo que sucede es que en tu mundo hay laberintos que permiten llegar a lugares que no existen en éste.
Permíteme transitar como una nota de texto desde mi realidad hacia tu universo.
Ya estamos en ese futuro que tenemos la capacidad de generar constantemente.
A disfrutar ahora la traza de sucesos que nos deja el falso presente.
El telescopio espacial MaRVin, a 32 años luz de la tierra, estuvo transmitiendo en vivo la apertura de los puntos de control del muro de Berlín.
Digamos que soy como un pulpo.
Me manifiesto en tus tres dimensiones espaciales como tinta en las hojas del libro que sujetas.
Dejando puntos y letras en el mensaje que quiero transmitir antes de que el foco de concentración desaparezca.
Las luces que están al alcance de la punta de tus brazos entendidos.
Mientras caminas por el borde de la autopista aérea, rozando rascacielos que flotan por encima del tráfico.
La última vez que escribí lo hice dentro de un cuaderno albanés de carátula cosida con colores radiantes. Fue anoche, como casi todas las noches, para responderme a mí mismo tres simples líneas por cada pregunta:
¿Se encuentran la inteligencia humana y la artificial aproximándose a la misma realidad desde diferentes puntos de vista con fortalezas complementarias?
¿O percibimos dos realidades diferentes parcialmente superpuestas: una que los humanos podemos elaborar desde el raciocinio y otra que la Inteligencia Articial interpreta a través de algoritmos?
Si este es el caso, entonces la Inteligencia Artificial percibe cosas que nosotros no no podemos, no solo porque no tenemos el tiempo para razonar hasta ellas, sino porque existen en un ámbito que nuestras mentes no le es imposible conceptualizar.
Dícese de las generaciones que murieron antes de que se alcanzase la perpetuidad a nivel de individuo en la especie humana.
Una mano escribe
lo que no alcanza a redactar la otra.
En las cavernas literarias donde se redacta
más contenido que el que se conversa.
Cadáver exquisito
de sopa de hueso.
Saber ubicar a partir de una serie de números cualquier suceso pasado o futuro, sin que guarde relación con el momento presente.
El mingo es una esfera que repele a otras bolas magnéticas que se encuentran ubicadas entre una superficie transparente y la mesa de billar.
Empleando técnicas de principios de la tercera década gregoriana del siglo XXI, esbozo píxeles con sentido a partir de palabras carentes de él. Buscando apoyo en lo visual como complemento de lo escrito.
Me sujeto a una rama de algoritmos no del todo comprensibles. Destellos intangibles. Como el relámpago neuronal que alumbra nuestro órgano de pensar.
Vale más que 1000 caracteres una imagen generada a través de senderos tan artificiales como nuestro espacio mental.
Idear. Ilustrar. Contemplar. Volver a quedar confundido, como al principio del texto.
Todos los humanos viven en los sueños de gente fallecida. Los humanos nacen en un mundo moldeado a partir de los mitos de sus ancestros (...), mitos creados por generaciones de humanos.
Salud y libertad resultan en 233 000 000 resultados de búsqueda. Que haya bastante de ambos términos para diseminar en el nuevo año gregoriano que hoy se estrena.
Mantener los ojos cerrados. Para notar el tránsito de las luces inversas.
Andamos rodeados de puntos que recorren la textura de nuestros párpados por senderos oblicuos. Sigilosamente. Sin dejar trazas provenientes de la estrella más próxima a nosotros en el firmamento.
Reposando sobre la arena de una playa artificial. Próxima a la ciudad fundada hace poco más de cien años.
Somos lo que lograron redactar nuestros creadores. Para dejar la huella de su existencia en los multiversos que continúan ramificando luces en sus respectivos metaversos.
Así quedamos los paranoiconautas. De intermediarios. Danzando en el espacio intangible de estos multimetaversos.
Me apuro a esbozar
el paisaje nocturno,
bajo el tenue resplandor
de las fases cercanas de las lunas.
Cuando sientes que estás definitivamente del lado correcto de la historia, es bastante probable que andes ignorando detalles importantes que pueden hacerte regresar al punto de equilibrio.
El deslizamiento infinito a través del ruido social del ciberespacio quebraba la noción del tiempo, deshaciéndolo en pedazos.
Fingir que uno está despierto.
Para tener la voluntad de desviar la vista de las luces falsas y observar nuestra realidad desprovista de atención.
¿Por qué voy a protestar contra la dictadura militar y el status quo referente a la situación persistente en Cuba durante la jornada #15N?
Hay planetas aburridos, donde el horizonte es infinitamente plano. A no ser que sepas exactamente lo que estás buscando.
El hilo conductor sobre el cual
Cuando escribes a oscuras no lees lo que redactas. Hasta que vuelven a encenderse las máquinas.