Ansiedad

Cada nueva noticia de la Alice de Tim Burton desborda mi paciencia. El 5 de marzo de 2010 está cada vez más cerca, pero no logro alcanzarlo.

Si la estruendosa combinación de protagonistas, guión, animación, fotografía y efectos especiales no falla, podré morir tranquilo décadas después de verla. No dudaría en alojar mi conciencia en algún server del Wonderland de Carroll, Tenniel y Burton para el resto de la eternidad.

Por el momento, aún no me conformo con soñar criaturas incoherentes que intentan charlar con sentido.