#literatura

Contacto

Digamos que soy como un pulpo.

Me manifiesto en tus tres dimensiones espaciales como tinta en las hojas del libro que sujetas.

Dejando puntos y letras en el mensaje que quiero transmitir antes de que el foco de concentración desaparezca.

Cadáver creativo

Una mano escribe
lo que no alcanza a redactar la otra.

En las cavernas literarias donde se redacta
más contenido que el que se conversa.

Cadáver exquisito
de sopa de hueso.

Cambia de humano
ajustándole el verso.

Estructura narrativa

El hilo conductor sobre el cual se tienden las palabras antes de ser expuestas a la luz del Sol.

Sonsea

Al no sea
que sea
vea
el fea.

Solo tú
lea
así que
no sea.

Plasmar mis ideas
aunque espuma de arte no sean,
sino un intento de hacer que
lo que se asoma de repente a mi mente
se vea.

Rosas

Las sucesivas secuencias del álbum The Endless River, de Pink Floyd, más los temas Alone Again, por The Weeknd y So Heavy I Fell Through The Earth, de Grimes, me han permitido avanzar por casi todas las letras del próximo libro de poesía de ciencia ficción surrealista.

"El abecedario de las rosas" no estuvo listo en papiro en el 1011, pero será publicado en papel de imprenta tras el año 2022.

Escaneando

Si estás leyendo este post, es probable que seas un humano recorriendo con su mirada algún software que procesa instrucciones para convertir lo almacenado en la nube en gotas de texto legible.

Redactas códigos

Escribes poemas
porque necesitas
un lugar
en donde sea lo que no es.

Bibliofilia

En el librero donde los títulos se fusionan al punto de convertirse en un solo libro.

Hipojometría

Algo decía Matías sobre el significado de la poesía.

Dormiré

Cuando termine de leer el libro que nunca termina.

Redactando

Saberme leída me importa muchísimo, pero en la instancia de la escritura, estoy sola.

S/T

Es una pena rotular la intención de no titular.

Porque los títulos deberían preceder a la obra. U omitirse. Pero en ningún caso anunciar su no-existencia, como si fuese un ejercicio común a practicar por quienes deciden dejar de nombrar a sus piezas.

Texto hueco

Me puse a escribir concretamente sobre la nada. A titular por gusto. A divagar. Por la vieja costumbre de comenzar en blanco y terminar con cuarenta letras medio organizadas.

Se puede tipografiar en falso. En cualquier idioma. Como cuando se lee rozando la página a la velocidad de un dedo, perdiendo la vista entre sílabas.

¿Me entiendes?
¿Me callo?

Se puede dejar de leer a la par de que escribo. Ya no escribo. Ni leo.

Ahora escaneo. Para no perder la vieja costumbre de armar y desarmar palabras.

De fibra óptica

El libro "Nos tendieron un cable" es el deleite. Un bestseller cubano. El texto que podría haber generado escándalo de haberse publicado hace un par de décadas, cuando la conspiración submarina era tan profunda que ni las dudas flotaban.

Es necesario que el tiempo transcurra para poder recopilar suficientes datos. Mientras más margen de tiempo separe la actualidad de la historia, lo que pudo haber sido noticia pasará a ser epopeya.

¡Ay de nosotros hace años! Comiéndonos un cable. Sin la más remota idea.

Memoria de la blogosfera cubana

Al menos queda como archivo tangible de un pasado luminoso al que acceder desde un futuro conectado.

Interescritura

No lo entendieron, pero las técnicas de narración del futuro se desarrollaron entre hipervínculos.

Pesquisa del entretenimiento

He vivido cerca de 10 000 años. Creéme, no tienes idea de lo que esto significa: aburrimiento. Eterno y horrible aburrimiento. Una interminable búsqueda de formas de pasar el tiempo.

Gold farming

Olvidaos de los antiguos chavales callejeros tiznados de hollín que venden baratijas, te limpian los zapatos o usan sus pequeñas manos para robar la cartera al incauto turista. Todo eso ya pasó de moda.

Charles Dickens se ha modernizado. Y ahora los niños trabajan en un mundo de fantasía electrónica bajo la apariencia de guerreros, magos, elfos y demás personajes arquetípicos de los juegos de rol.

Prosodia

Mantener el cuerpo en el aire con las manos adheridas a cualquier superficie. Levitar sobre el agua. Esbozar auriculares mientras hablas.

No importa lo que dices. Sino cómo lo dices. Podrías hablar en sentido figurado todo el tiempo. Y estar consciente del efecto que logra la pronunciación en la transmisión del mensaje.

Conocer al receptor para que cada nota se ajuste armónicamente al contenido de lo que desea escuchar la audiencia.

Los oradores son la industria. Y quienes escuchan, el mercado.