De pinga...

Ningún servidor de Internet registró mis huellas durante los tres últimos días de junio de 2009. Como si mis dedos se hubiesen borrado.

Estar offline es de mal gusto. Ni a quienes lo provocan se le debe desear tal suerte. Los pobres, ajenos a que nuestro destino ya no diverge de los límites del ciberespacio.

3 notas:

Boris dijo...

Sí, estamos hyper conectados, adictivos a esas corrientes de ceros y uno que parecen efluvios divinos. No nos estaremos transformado en zombies de la tecno-información?

Alejandro Cuba Ruiz dijo...

En zombies que no temen desmitificar los malos vocablos de nuestra lengua, que pasan lentamente a formar parte también de nuestra jerga virtual.

localghost dijo...

Estar conectado sólo a tu localhost tiene sus ventajas.

No tienes que andar por ahí con casco.