Las palabras viajan caminos misteriosos, y andan por donde ellas quieren, sin pedir permiso.
Sin reticencias
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2 notas:
Si, y a veces, hasta se nos escapan en contra de nuestra voluntad...
la prosodia es así
debe existir alguna parte de ella alojada en las zonas del cerebro que controlan los reflejos involuntarios.
y poco a poco, evolutivamente, esa zona se ve invadida por las habilidades necesarias para typear en un keyboard.
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